Merece
la pena sonreír aún en medio de las pruebas.
Porque
la sonrisa embellece
el rostro y sin decir palabras refleja la esperanza que es el lenguaje del alma.
A
veces cuando una persona se siente triste
y ve a otra persona sonreír, se siente mucho mejor. Y
eso debe ser porque la sonrisa es contagiosa.
Cuando sonríes a pesar de todo, estás hablando sin
emitir palabras acerca de tu actitud, de quién eres como persona. Es como si estuvieras diciendo: “permaneceré sereno, nada podrá robar mi paz mental, porque sé que
Dios está a mi lado y me ayudará”.
http://www.mensajesdeanimo.com/vale-la-pena-sonreir.html
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